Una mujer correísta frente al presidente millennial: entre la esperanza de cambio y la continuidad neoliberal
Quito, Ecuador.– La recta final hacia el balotaje presidencial en Ecuador ha dejado en evidencia dos modelos de país enfrentados: el de Luisa González, abanderada de la izquierda correísta, y el de Daniel Noboa, el joven mandatario e influencer millonario que busca extender su mandato.
González, de 47 años, podría convertirse en la primera mujer en la historia del país en ser elegida presidenta si triunfa este domingo 13 de abril. Apadrinada por el expresidente Rafael Correa, la candidata de Revolución Ciudadana (RC) representa el intento más firme del correísmo de volver a ocupar el Palacio de Carondelet.
“Esperamos gritar presidenta con ‘a’”, dijo González, quien sorprendió en la primera vuelta del pasado 9 de febrero al obtener el 44% de los votos, quedando a menos de 17,000 de Noboa. Ese resultado marcó el mejor desempeño del correísmo sin Correa como candidato.
Del otro lado, Daniel Noboa, de 37 años, busca aferrarse al poder tras haber alcanzado la Presidencia en 2023 en unas elecciones anticipadas. Con un discurso de “mano dura” ante el crimen y una imagen moderna que conecta con los jóvenes, Noboa intenta reeditar su fórmula de éxito, pese a los cuestionamientos por su cercanía con las élites económicas del país.

Luisa González no oculta su origen humilde. Creció en el pueblo de Canuto, en Manabí, y se identifica como montubia, una mujer del campo que aprendió a trabajar la tierra. Su historia contrasta con la de Noboa, heredero del magnate bananero Álvaro Noboa, el hombre más rico del país.
La candidata de RC ha recibido respaldo de figuras internacionales como Claudia Sheinbaum, presidenta de México, quien la animó a “hacer historia para las mujeres” como ella misma lo hizo en su país. González propone un retorno a políticas sociales fuertes, control de precios y mayores oportunidades para las zonas rurales.
Mientras tanto, Noboa apuesta por una economía liberal con rostro joven. Educado en universidades de élite como Harvard y la George Washington, su ascenso político ha sido meteórico. En apenas dos años pasó de legislador a presidente, tras la renuncia de Guillermo Lasso.
Aunque se autodefine como de “centroizquierda”, sus políticas han favorecido al empresariado. Muchos lo ven más como un ‘influencer’ que como un estadista, dada su intensa actividad en redes sociales y su estilo informal, alejado de los esquemas tradicionales de la política ecuatoriana.
Durante su mandato provisional, Noboa implementó medidas controversiales, entre ellas el estado de excepción para combatir la violencia, en medio de un país asediado por el narcotráfico y la inseguridad.
Ahora, el balotaje plantea una dicotomía para el electorado: el regreso del correísmo o la consolidación del modelo Noboa. Mientras uno promete justicia social y presencia estatal, el otro apuesta por eficiencia y orden desde el sector privado.
Ambos tienen desafíos. González debe superar el temor que aún despierta el pasado autoritario de Correa. Noboa, por su parte, carga con la sombra del elitismo y la falta de experiencia para enfrentar la crisis que atraviesa el país.
Este domingo, Ecuador se juega algo más que una Presidencia. Se juega su identidad política, su rumbo económico y, quizás, el liderazgo simbólico de una mujer que desafía la historia.
#eljacaguero #EcuadorVota #LuisaGonzález #DanielNoboa #Correísmo #Elecciones2025 #BalotajeEcuador #PolíticaLatinoamericana #Carondelet