Este sábado 15 de marzo, el legendario merenguero Sergio Vargas alcanza los 65 años de edad. Con una trayectoria de casi cuatro décadas en la música, el artista dominicano reflexiona sobre su vida, su carrera y los retos que ha enfrentado, reafirmando su compromiso con la alegría y el agradecimiento. «En esta época en la que están de moda los quebrantos y morir joven, creo que haber logrado casi 40 años de carrera ininterrumpida y llegar a 65 años, de pie, en salud, autogestionable, en mis mejores condiciones para seguir produciendo, es mi gran logro», expresa el cantante.
Una vida de música y superación
Sergio Vargas ha sido una figura central del merengue, inspirado por grandes exponentes como Joseíto Mateo y Johnny Ventura. Su pasión por la música y su arraigado amor por Villa Altagracia, su pueblo natal, han marcado su camino. Sin embargo, el artista reconoce que ha enfrentado grandes desafíos, especialmente en el ámbito personal. «Lo único que me gustaría cambiar es que las familias de las mujeres de las que me enamoré tuvieran más tolerancia», confiesa.
El peso de la pérdida
El fallecimiento de amigos cercanos ha dejado una profunda marca en el corazón de Vargas. La reciente partida de su compañero Diomedes Nuñez lo afectó profundamente: «La muerte de Diomedes me ha causado una angustia incontrolable». Sergio recuerda también la conmoción que le causó la muerte de artistas como Cherito y Raffy Matías, lo que lo llevó a una crisis emocional.
A pesar de estas pérdidas, el merenguero se niega a pensar en su propia muerte. «Yo no he pensado en mi muerte, ni voy a pensar. Yo llegué a los 60 años y ni cuenta me di, este sábado cumplo 65 y ni me percaté de cómo llegué. Por eso ahora voy a detenerme a disfrutar cada minuto de los años que me quedan por vivir».
Un sueño en marcha
Actualmente, Sergio se encuentra en plena actividad. Su 65º aniversario lo recibirá en Filadelfia, Estados Unidos, en medio de una gira junto a Olga Tañón. Su gran meta para el 2026 es celebrar sus 40 años de carrera con el lanzamiento de «El ayer es hoy», un álbum recopilatorio con más de 60 temas regrabados y masterizados.
Vargas también aspira a volver al emblemático anfiteatro Altos de Chavón con un espectáculo especial junto al colombiano Silvestre Dangón, mezclando merengue y vallenato.
Un hombre de fe y compromiso
El «Negrito de Villa» también ha encontrado fortaleza en su fe. Como católico, asegura que ha intentado ser un buen ser humano y cumplir las promesas que hizo a Dios al inicio de su carrera. «Yo entiendo como filosofía de vida que no debe reñir con la ley ni disgustar a Dios», afirma.
Sergio Vargas ha superado adversidades, desde la pobreza extrema en su infancia hasta el bullying escolar. «Sobreviví porque tenía bien claro el compromiso de abrirme paso para ayudar a mis hermanitos y a mi papá».
El amor y la familia
Con 10 hijos de ocho relaciones distintas, Sergio no oculta que su vida sentimental ha sido compleja. «Si me hicieran un examen como padre, apenas sacaría 60 puntos», admite. No obstante, mantiene la esperanza de envejecer junto a su actual pareja, inspirándose en el pasaje de Eclesiastés 4:10: «¡Ay del que cae estando solo, pues no habrá otro que lo levante!».
Sin planes de escribir un libro sobre su vida, Sergio prefiere que su historia sea contada por otros en el futuro. Mientras tanto, sigue haciendo lo que mejor sabe: llevar alegría a su público con su música. Y como él mismo dice: «Estoy tratando de disfrutar lo que tengo, y evitar desear lo que no tengo».