Hablar excesivamente de uno mismo sin mostrar interés por los demás puede ser un indicio de una personalidad narcisista. Este rasgo se caracteriza por una constante necesidad de admiración, una percepción de superioridad y una falta de empatía hacia los demás, según explica Sonia García, psicóloga del Colegio Oficial de Psicología de Madrid.
“El narcisista no siempre presenta un trastorno de personalidad, pero sí muestra una actitud centrada en su propia imagen, magnificando sus logros y esperando un trato especial”, señala García. Además, estas personas suelen minimizar las emociones y necesidades de los demás, ya que su atención está completamente enfocada en sí mismas.
¿Qué origina este comportamiento?
Las causas del narcisismo pueden estar vinculadas a experiencias tempranas de vida. García indica que el exceso de sobreprotección en la infancia, con padres que nunca pusieron límites y sobrealabaron a sus hijos, puede llevar a desarrollar una visión inflada de sí mismos. Por otro lado, crecer en un ambiente donde se sintieron invisibles o poco valorados puede generar una necesidad extrema de ser vistos y reconocidos.
¿Se puede tratar el narcisismo?
Las personas con rasgos narcisistas rara vez buscan ayuda profesional, ya que suelen considerarse superiores a los demás, incluso al propio terapeuta. Sin embargo, con un adecuado enfoque terapéutico, es posible trabajar en la toma de conciencia sobre su impacto en los demás y en estrategias para desarrollar relaciones más saludables.
“No se trata de una condición que pueda curarse, pero sí de un conjunto de rasgos que pueden gestionarse de manera menos patológica y más funcional”, explica García.
¿Cómo lidiar con una persona narcisista?
Tener a alguien con este tipo de personalidad en el entorno puede afectar seriamente la autoestima. Los narcisistas tienden a manipular, ridiculizar e invalidar a los demás para mantener su sensación de superioridad. En estos casos, la recomendación es establecer límites claros, buscar apoyo profesional y contar con personas de confianza que ayuden a identificar y comprender la dinámica de la relación.
Detectar estos patrones es clave para evitar caer en una relación tóxica donde el bienestar emocional pueda verse comprometido.
