Reconocimiento en el Mes de la Herencia Dominicana celebra la trayectoria del economista y su impacto en la academia y la sociedad
Bartolo García
En una ceremonia significativa celebrada el pasado jueves 20 de febrero en el Bronx, Nueva York, Juan Ariel Jiménez, destacado político y economista dominicano, fue reconocido como una figura sobresaliente dentro de la comunidad dominicana en los Estados Unidos. Este honor fue parte de las festividades del Mes de la Herencia Dominicana, donde la presidenta del distrito del Bronx, Vanessa Gibson, rindió homenaje a diversas personalidades dominicanas y a estadounidenses de ascendencia dominicana por sus contribuciones excepcionales.
Durante el evento, Vanessa Gibson alabó la carrera de Jiménez, destacando especialmente su rol como profesor en la prestigiosa Harvard Kennedy School. “Es un orgullo contar con talentos dominicanos que no solo elevan el nivel académico con su presencia sino que también sirven de inspiración para nuestra comunidad”, afirmó Gibson.
Juan Ariel Jiménez, en su discurso de aceptación, expresó su gratitud por el reconocimiento y elogió el Bronx como un importante núcleo para los dominicanos en los Estados Unidos, señalando que el área se ha convertido en un verdadero hogar para muchos. Además, hizo hincapié en la amplia gama de contribuciones de la diáspora dominicana en sectores tan variados como las ciencias, la academia y las artes, subrayando cómo estos esfuerzos han enriquecido profundamente la sociedad estadounidense.
El evento también sirvió para reconocer a otros dominicanos destacados, como Fernando Radhames Rodriguez, Haizel McIntyre y los periodistas Veronica y Richy Rosario, quienes han tenido un impacto notable en sus respectivos campos.
La distinción a Juan Ariel Jiménez es parte de una serie de eventos y compromisos que el político tiene agendados en Nueva York, incluyendo su próxima participación como panelista en el Simposio de la Herencia Dominicana en el Hostos Community College. Este reconocimiento no solo celebra sus logros personales sino que también reafirma el lazo indisoluble entre las contribuciones dominicanas y el tejido social y cultural de los Estados Unidos.
