Tensión geopolítica: Panamá opta por Estados Unidos en medio de advertencias sobre el control del canal
Ciudad de Panamá, Panamá – Tras una tensa reunión con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, el gobierno de Panamá, liderado por el presidente José Raúl Mulino, ha anunciado que no renovará el acuerdo de entendimiento con China, establecido en 2017 como parte del proyecto de la Ruta de la Seda. Esta decisión, revelada el pasado domingo, responde a las crecientes presiones de Washington, que ha expresado su preocupación por la influencia china en el Canal de Panamá, considerándola «inaceptable».
Durante la reunión, Rubio advirtió que Estados Unidos «tomará las medidas necesarias» para proteger sus intereses en el canal interoceánico si Panamá no reduce de forma inmediata la supuesta influencia de China en esta zona estratégica. Según declaraciones de Tammy Bruce, vocero del Departamento de Estado, Estados Unidos busca garantizar cambios significativos en la relación entre Panamá y China, aunque no especificó qué acciones se tomarían.
🇵🇦🇺🇸Presidente Mulino tras reunión con Marco Rubio: "Que no quepa duda que el canal es de Panamá" pic.twitter.com/fxbNwe4qrD
— Sepa Más (@Sepa_mass) February 2, 2025
El presidente Mulino, en una rueda de prensa tras el encuentro, intentó minimizar la situación al afirmar que la soberanía de Panamá sobre el canal no está en cuestión y que la operación de este paso clave seguirá siendo responsabilidad de Panamá. «Fue un encuentro muy tranquilo y respetuoso», mencionó Mulino, añadiendo que su administración busca continuar trabajando con Estados Unidos como ha sido históricamente.
La visita de Rubio a Panamá marca el inicio de su gira oficial por Centroamérica y el Caribe, destacándose también temas de migración y crimen organizado en las discusiones. Además, Panamá ha ofrecido facilitar la repatriación de migrantes a Estados Unidos desde su territorio, condicionando que los gastos sean cubiertos por el gobierno norteamericano.
Este giro en la política exterior panameña podría reconfigurar las relaciones internacionales en la región, especialmente en lo que respecta a la influencia geopolítica de China y Estados Unidos en América Latina.
