La luxación o dislocación del hombro es una lesión frecuente con la que, aunque no reviste de gravedad, es importante asegurarse una recuperación completa para evitar pasar por quirófano en caso de que vuelva a ocurrir. Los ejercicios que se recomiendan deben ir encaminados a ganar fuerza poco a poco.
La luxación o dislocación del hombro es una lesión muy habitual en la práctica deportiva. Se produce cuando la cara articular del húmero y la de la escápula dejan de estar en su sitio. Un movimiento brusco o una mala postura suelen ser las causas más frecuentes.
En este vídeo, nuestro fisioterapeuta Alberto Camacho (@clinica_cales_mostoles) explica cómo tratar una lesión de este tipo e indica algunos ejercicios que se pueden llevar a cabo. Todos ellos persiguen el objetivo de volver a tener esa tensión o fuerza que la persona ha perdido.
Según el experto, una vez que el hombro ha sido recolocado, la primera fase de la recuperación debe ser asistida. Conforme el paciente vaya adquiriendo mayor rango articular, debe ir incrementando la fuerza en los ejercicios. La clave, afirma Camacho, es evitar una nueva luxación, pues eso implicaría una mayor posibilidad de someterse a una operación quirúrgica.
“Hay que trabajar en todos los planos posibles porque al final el hombro se mueve hacia delante y hacia atrás, con movimientos muy amplios que llegan por encima de la cabeza. Tenemos que buscar esa recuperación completa”, insiste.
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