La reducción de estrógenos con la menopausia es causante de que el colesterol LDL (el malo) aumente en las mujeres hasta un 15%. Por ello, es importante concienciar de cumplir con unos hábitos saludables que prevengan de enfermedades cardiovasculares.
El colesterol no entiende de género. Frente a la falsa creencia de que los hombres lo sufren más, encontramos la realidad de que impacta tanto en ellos como en ellas de la misma forma. De hecho, según datos del Instituto Nacional de Estadística, hay más riesgo de fallecimiento por causas cardiovasculares en las mujeres. En concreto, murieron 63.291 en 2021 por este motivo, es decir, una mujer cada ocho minutos.
Coincidiendo con el Día Mundial del Colesterol, Danacol ha lanzado el movimiento “Cuídate para que nada cambie”, con el objetivo de poner el foco de esta problemática en las mujeres. Y es que el colesterol malo (LDL) elevado es un factor de riesgo cardiovascular que aumenta a partir de los 50 años debido a los cambios hormonales que se producen con la menopausia. Con ellos, los niveles de colesterol podrían aumentar entre un 10 y un 15% y, como consecuencia, la posibilidad de padecer un evento cardiovascular se incrementa.
Conocer estas cifras “es importante para que las mujeres tengan más información, pues la información salva vidas”, ha recalcado Pilar Jiménez, miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y cardióloga en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid. La experta ha destacado la implicación de los estrógenos en la relación entre colesterol y menopausia. Se trata de un grupo de hormonas con un papel clave en la salud reproductiva femenina y una “protección natural con muchos beneficios para las arterias” que desaparece a partir de los 50 años. Por ello, el riesgo cardiovascular aumenta y, además, es “continuado en el tiempo”.
Sobre los estrógenos también ha hablado Radharani Jiménez, especializada en menopausia y fertilidad, y miembro de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), quien ha indicado que no sólo intervienen en la reproducción, también en el resto del cuerpo y en el aparato cardiovascular. “Los estrógenos permiten que nuestro cuerpo haga la vista gorda ante malos hábitos como el tabaco, el sedentarismo, el exceso de estrés o la mala alimentación. Sin embargo, “se van en un momento temprano de la mujer”, lo que hace que las arterias pierdan elasticidad, se vuelvan rígidas y que la posibilidad de sufrir, por ejemplo, hipertensión, se incremente. “Si a eso le sumamos el aumento de colesterol y lo combinamos con malos hábitos, tenemos una bomba de relojería”, advierte.
Además, la ginecóloga ha lamentado la “forma silenciosa” de este daño en nuestro organismo: “No notamos nada, sólo cuando vamos a revisión es cuando nos damos cuenta de que algo está ocurriendo”. Por eso, ha insistido, es fundamental que las mujeres acudan regularmente al ginecólogo, “primera persona a la que acude una persona sana”. “Depende de nosotros prevenir, y prevenir desde la salud, no desde la enfermedad”, ha resaltado.
Hábitos para mantener a raya el colesterol LDL
Controlar los factores de riesgo cardiovascular es, nunca mejor dicho, vital. En este sentido, una de las claves está en entender la menopausia y de qué manera afecta a nuestro cuerpo. “Se suele tratar como un tema tabú. Es una etapa generalmente de dudas y desconocimiento ante los cambios que suceden a nivel hormonal y fisiológico. Es importante que las mujeres contemos con información y conozcamos las herramientas disponibles, como la alimentación cardiosaludable y el ejercicio físico”, ha señalado Isabel Pérez, Health & Nutrition Manager, Public Affairs en Danone Iberia.
En este sentido, Radharani Jiménez ha coincidido en la necesidad de llevar una vida saludable y de animar a las mujeres a que “acudan a sus revisiones de rutina para conocer sus valores de colesterol y riesgo cardiovascular, a que dejen de fumar si lo hacen”. Asimismo, “llevar una dieta mediterránea cardiosaludable, reducir el estrés, gestionar las emociones y aumentar el contacto con la naturaleza” han sido otros consejos que ha dado la especialista.
Las analíticas sirven para conocer los niveles de colesterol. El objetivo es tener el colesterol (total) por debajo de 200 mg/dl. En cuanto al colesterol LDL, debe ser inferior a 160 mg/dl en personas sin enfermedad cardiovascular ni factores de riesgo. Para aquellos pacientes que sí sufren este tipo de patologías, el nivel debe ser por debajo de 55 mg/dl. En lo referente al colesterol HDL (el bueno), tiene que situarse en una tasa superior a 55 mg/dl en el hombre y a 40 mg/dl en la mujer.
La nutricionista Marta Verona, que también ha participado en el encuentro, ha detallado que, aunque debemos seguir una alimentación saludable en todas las etapas de la vida, a partir de los 50 años cobra aún más importancia, ya que esto ayuda a compensar la reducción de estrógenos.
“Siguiendo una dieta mediterránea, basada en alimentos ricos en fibra y grasas saludables, reduciendo la sal y priorizando el consumo de verduras y frutas, las mujeres no sólo prevendrán las enfermedades del corazón, sino que, además, controlarán mejor los síntomas asociados a la menopausia, como la fatiga o los sofocos”, ha afirmado.
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