En una hora puede dar tiempo a muchas cosas. O a solo una, como por ejemplo planchar una sábana. Solo una sábana. Debe, eso sí, quedar perfectamente lisa, sin ningún tipo de doblez o marca de ninguna clase porque quien se recostará sobre esta pulcra sábana será la mismísima reina de Inglaterra.
El ejercicio no es una propuesta de ‘mindfulness’ sino el tiempo que le lleva al servicio de Isabel II dejar las sábanas tal y como le gustan a su majestad. Un extravagante detalle que ha revelado parte del personal de la residencia de la monarquía (y del gobernador canadiense) en Canadá, Rideau Hall, en el documental que estrenará HBO el 1 de octubre Queen of the World y que, por lo las píldoras que vamos conociendo, es una mina de excéntricas anécdotas. Porque [la mano que tiene la reina de Inglaterra para saludar](http://www.revistavanityfair.es/realeza/articulos/isabel-ii-tiene-una-mano-robotica-para-saludar/33796) en caso de cansarse no es detalle insignificante.
A quien invierte una hora en planchar una sábana, Christine Macintyre, no le parece, sin embargo, algo tan raro. Ella considera incluso razonable dedicarle a cada sábana una hora de trabajo dadas las circunstancias. “Después de un largo viaje (desde Inglaterra a Canadá) no hay nada mejor que meterse en la cama y no tener la sensación de que se está en la cama de un hotel”. Por eso, ella trata de que, planchando y planchando, la reina (y cualquier otro miembro de la familia real que acompañe a Isabel II a Rideau Hall) sueñe en su cama de Canadá como lo hace en la de Buckingham.
Ver esta publicación en Instagram
Winter has arrived on the grounds! / L’hiver est arrivé sur le domaine!
Fuente: www.revistavanityfair.es