Hablemos de las posibilidades del clásico entre los clásicos, Huile Prodigieuse de Nuxe (y de su nueva versión roll-on)
Del aceite seco multiusos más famoso del mundo adorado por las francesas y también por las españolas –sí, nos referimos a Huile Prodigieuse de Nuxe– hemos hablado en otras ocasiones. Es un clásico entre los clásicos con más de 30 años en el mercado, un séquito de seguidoras que lo usan con devoción y lo compran sin parar y una legión de expertos que lo recomiendan y reinventan sus usos. Es lo que ocurre con los productos icónicos con vocación de multifuncionalidad: su lista de usos (a veces, muy inesperados) crece prácticamente al mismo ritmo que su nivel de popularidad. Para hacernos una idea de su fama: se vende una unidad de este aceite cada 9 segundos en el mundo y uno cada 4 minutos en España. Y, aunque cuando se lanzó no todo el mundo creía en las bondades de un cosmético multiusos –“Un producto que vale para todo no vale para nada”, le dijeron en cierta ocasión a la creadora de esta firma, Alicia Jabès–, la realidad es que ahora es uno de los productos más prescritos por los expertos. La farmacéutica Marta Masi nos confirma que es uno de sus bestsellers en la farmacia, sobre todo en verano. “Nutre y repara. Lo tengo en mi baño y lo uso para casi todo. Y cunde muchísimo”, nos cuenta.
Por su parte, el maquillador Lewis Amarante cuenta que usaba este aceite incluso antes de que se vendiera en España. “En ese momento lo compraba en Monoprix en París y me encantaba utilizarlo para sesiones de fotos y desfiles”, explica. Descubrimos unos cuantos usos inesperados de este clásico a base de 7 aceites vegetales, incluido el de tsubaki (el que usan las japonesas para envejecer de forma saludable).
Para reducir ópticamente la apariencia de estrías. Desde Nuxe explican que se pueden minimizar hasta un 30% su visibilidad y precisamente por eso es uno de los productos elegidos por muchas mujeres para lograr una especie de ‘efecto media’ en las piernas.
Mezclado con la base de maquillaje para un acabado glow. De hecho, Amarante recuerda que lo usaba con maquillaje en barra para llevar el acabado de la base al punto que quería.
Para iluminar zonas del cuerpo como clavícula y escote.
Para retirar restos de cera tras la depilación.
A modo de iluminador de rostro en pómulos, arco de cupido, nariz…
Para añadir unas gotas en el agua del baño para hacerlo más hidratante y aportarle olor.
Como aceite prelavado de pelo, usado en medios y puntas para nutrir e hidratar.
Como sérum hidratante de puntas con el cabello ya lavado.
Para hidratar y dar forma a los rizos.
“Se puede mezclar una gota de este aceite en el dorso de la mano con un poquito de pigmento del lápiz de ojos y crear una sombra en crema”, explica Amarante.
Se puede hacer un bronceador líquido, sugiere el maquillador, mezclando polvos de sol con una gota de este aceite seco. También se puede usar esta mezcla como sombra de ojos en tono terracota aplicada con los dedos.
Para dar una nueva vida a productos de maquillaje que están a punto de agotarse. “Por ejemplo, rascando el final de una barra de labios, se mezclan esos restos en una paleta con este aceite y se puede hacer un colorete o un labial líquido”, apunta Lewis Amarante.
Huile Prodigieuse, de Nuxe
31,25 €
PD: este mítico aceite está disponible ahora en una edición limitada roll-on que se regala con la compra de la versión 100 ml.
Vogue.es
