El rapero dijo que su exmujer no lo invitó al evento y ahora una fuente aclara el salseo.
A lo largo el fin de semana el drama que azota a Kim Kardashian y Kanye West, que hace un año verbalizaban que su relación se daba por terminada, añadía otro capítulo. En esta ocasión, involucraba a una de sus hijas en común, Chicago, que el sábado celebró su cuarto cumpleaños en una fiesta familiar. Evento al que West aseguró a través de redes sociales no estar invitado e incluso desconocer dónde se llevaría a cabo porque “ni Kim, ni las niñeras ni Tristan Thompson [¿pareja de Khloé Kardashian?] no le cogían el teléfono”. En dicho vídeo, que colgó a Instagram, insinuó que su ex evitó hacerle partícipe de dicho evento debido a que estaría “entretenida jugando”.
Finalmente fueron Kylie Jenner y Travis Scott quienes le contaron la ubicación de la fiesta, dado que casualmente tuvo lugar en la mansión de estos dos, donde también se llevó a cabo el cumpleaños de su hija Stormi ese mismo día.
El rapero se dirigió ‘ipso facto’ a la propiedad de Jenner para ser allí frenado por la seguridad de las Kardashians, que no lo dejaron pasar hasta que la hermana menor de Kim, Kylie, dio el visto bueno a que entrara al sarao. Una vez en el interior de la residencia parece que todo sucedió con normalidad, dado que incluso hay una imagen de él charlando con Kris Jenner, madre de Kim y abuela de Chicago, que finalmente vio a sus dos padres reunidos en su fiesta.

La otra versión de la historia
Ahora, una fuente cuenta en exclusiva al medio ‘Page Six’ que la acusación online de West no fue del todo justa, dado que Kardashian siempre ha contado con él para este tipo de reuniones y su intención ha sido la de que los niños vean al padre siempre que ellos deseen. De hecho, el dato más interesante surge al saber que él ya tenía otra fiesta organizada para Chicago ese mismo día:
“Él ya iba a celebrar con Chicago su cumple a las 4 de la tarde en su oficina del centro de Los Ángeles, como planeó. Es muy frustrante que comentara que se tuvo que colar en la fiesta de Kim y que no estaba invitado”.
Al parecer, Kim se quedó completamente ojiplática al descubrir que West iba comentado en internet que no estaba invitado al cumpleaños de Chicago. “La fiesta de Kim sucedía a las 12 del mediodía y la de Kanye a las 4 de la tarde, se organizó así en todo momento”, añade dicha fuente.
El último episodio de esta novela que ha resultado ser el divorcio de Kim y Kanye es que este último le ha dedicado una canción a Pete Davidson, actual pareja de Kardashian, en donde afirma que “patearía el culo de este”. El mismo informador, anónimo, asegura que todo esto no tiene nada que ver con el acuerdo co-parental, sino con el hecho de que “Kanye ya no puede controlar más a Kim”. Por cierto, el rapero, a pesar de haberle pedido a su exmujer que vuelva con él, ya tiene nueva churri, Julia Fox.
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