El cérvix se ubica donde termina la vagina y comienza el útero, casi en el cuello del útero. Este orgasmo puede suceder tanto por medio de una relación sexual con tu pareja, como con juguetes sexuales que lleguen a la profundidad de tu vagina.
Según los especialistas, la inigualable sensación de placer que provoca estimular al cérvix y tener un orgasmo cervical, se debe a que tiene tres nervios conectados al cerebro. A su vez, durante la excitación, el cérvix se lubrica y cuando llega el orgasmo se contrae, enviando sensaciones de placer a todo el cuerpo.
Para estimular esta zona debes estar muy concentrada y relajada. Puede suceder por medio de la penetración, en posición de cuatro, o con los dedos de tu pareja lo más profundo posible. Si estás sola, puedes hacerlo tú misma de igual manera o con un juguete sexual.

Los especialistas recomiendan que la mente esté absolutamente relajada y la excitación sea lo mayor posible. De esta manera, las contracciones musculares aumentan y el deseo también. Cuando llegues al orgasmo, sentirás reacciones en tu cuerpo, que ni el clítoris, ni el punto G, te han dado.