No sólo el agotamiento físico es lo que están enfrentando muchos de los profesionales de la salud que están dando asistencia a los pacientes COVID desde el inicio de la pandemia por el alto número de casos que reciben, sino también que están afectados desde el punto de vista emocional.
Así lo asegura la doctora Miguelina Pichardo, presidenta de la Sociedad Dominicana de Medicina Crítica, entidad que agrupa a los médicos intensivistas que actualmente reciben las grandes presiones de pacientes graves a causa de la enfermedad respiratoria. Ayer 251 pacientes estaban ingresados en unidades de cuidados críticos.
“Tomando en cuenta que son vidas las que se están perdiendo, eso impacta de manera negativa en el médico y enfermera en lo que es su estabilidad emocional”, señaló la especialista entrevistada por Listín Diario. A la fecha el país registra 981 defunciones por COVID.
Otras complicaciones
La doctora Pichardo dijo que hay que tomar en cuenta que en la actualidad no solo es el paciente con COVID que está presentando condiciones críticas, sino que también se está recibiendo un alto número de diabéticos descompesados, cardiopatía y accidentes de tránsitos lo que aumenta la demanda de atención. Esto ha hecho, explica la especialista, que algunos centros hayan tenido que dividir los equipos de atención entre los pacientes COVID y no COVID para poder brindar una mejor atención al paciente.
La presidenta de la Sociedad de Medicina Crítica dijo que los actuales momentos los equipos de atención a pacientes COVID están formados por intensivistas, neumólogos, infectólogos, cardiólogos, internistas, emergenciólogos, médicos familiares y generales, entre otras especialidades para la atención del paciente.
“Se ha hecho una integración para dar la mejor atención, pero para el número de casos y la dedicación que necesita cada uno de esos pacientes no se da abasto, más tratándose de un personal agotado, más los que han tenido que retirarse por enfermedad”, dijo.
En su opinión, el Covid-19 no sólo impacta en la salud de la población y la economía, también en la salud mental de los adultos y niños, siendo el personal de salud del grupo más afectado.
