Su corta, pero explosiva carrera en el porno le dejó muchas más secuelas de las que habla. Y una de ella son las personas comunes y corrientes.
“Supongo que me acosan en persona, y es por eso que realmente no salgo. Me hice muy dura, así que me siento incómoda al hablar sobre el movimiento #MeToo porque no me siento como si fuera parte de eso”, confesó Mia en una entrevista para la BBC.
Cabe mencionar que el movimiento Me Too nació en Twitter con el objetivo de hacerle un paro a los acosos y maltratos, sin embargo, esta ‘corriente’ cibernética no ha incluido como es debido a la guapa Khalifa.
Por otro lado, durante la entrevista, le preguntaron si solía ser indiferente con las demás personas a lo que respondió que sí y no solo por ser blanco público de ISIS.
“Más o menos sí, especialmente porque la gente se acercaba a mí, y no todos eran educados, y me pedían una foto. Mi grupo demográfico es predominantemente masculino, de entre 18 y 24 años. Combina eso conmigo saliendo con mis amigos a un bar, gente bebiendo, interacciones con personas… Yo diría que el 60% va de grosero a aterrador, así que siempre ‘miro por encima del hombro’. No solo para ISIS, sino para todos los que se acercan a mí”, detalló.
De esta manera, queda claro por qué Mia Khalifa, quien ahora incursiona en otros rubros como la cocina y el deporte, se ve obligada a crear ‘muros’ que la separen de sus ‘seguidores’, quienes con el pretexto de tomarse una foto, la acosan, juzgan y hasta humillan por su pasado.
Sí, fue una estrella del porno y mostró su cuerpo desnudo, pero nada de eso le da derecho a otras personas de tocarla sin su consentimiento, ser groseros o esperar cosas que no tienen por qué esperar.
Con los años, Mia ha confesado haberse arrepentido de esos tres meses de actriz porno, que realizó a los 21 años, una carga que lamentablemente le pesara para siempre y que el mundo no parece estar dispuesto a olvidar. larepublica.pe