El gobierno australiano dio un paso importante hacia la restricción del acceso a redes sociales para menores de 16 años, tras confirmar que los sistemas de verificación de edad funcionan de manera “robusta y efectiva”. Así lo reveló un estudio encargado a la firma independiente Age Assurance Technology Trial, que evaluó la viabilidad técnica de esta medida.
La iniciativa, que entraría en vigor a finales de este año, busca proteger la salud física y mental de los menores frente a los riesgos asociados al uso de plataformas digitales como Instagram, Facebook, TikTok o X (antes Twitter). En caso de incumplimiento, estas compañías podrían enfrentar multas de hasta 32 millones de dólares australianos.
“El sistema puede implementarse de forma segura, respetando la privacidad, y adaptarse fácilmente a los servicios actuales”, afirmó Tony Allen, director del proyecto, quien también advirtió que uno de los principales retos será impedir que los menores engañen los controles de edad. “Nada es completamente infalible”, reconoció en declaraciones a la cadena Nine Network.
Las plataformas afectadas han expresado su preocupación, calificando la verificación obligatoria como “problemática”, especialmente por las dificultades para autenticar con precisión la edad de millones de usuarios sin invadir su privacidad.
La legislación, aprobada en noviembre pasado, es observada de cerca por otros países que también estudian adoptar medidas similares ante el creciente debate sobre el impacto de las redes sociales en la juventud.