Expertos advierten que muchos padres primerizos subestiman los gastos del bebé, lo que puede generar deudas y estrés.
La llegada de un bebé es motivo de alegría, pero también implica nuevos desafíos económicos. Así lo advierte el administrador y coach en finanzas personales Omar Salazar, quien señala que seis de cada diez padres primerizos no calculan correctamente los gastos de esta etapa, lo que puede traducirse en dificultades financieras.
Desde los pañales hasta las visitas al pediatra, cada gasto suma. Salazar recomienda planificar desde antes del parto, crear un fondo de emergencia y dar prioridad a aspectos esenciales como la salud del recién nacido y de la madre. “Durante los primeros meses, esa preparación financiera marca la diferencia”, afirma.
Gastos que pasan desapercibidos
Uno de los errores más frecuentes es no desglosar el presupuesto mensual. “Muchos creen que ciertos gastos son esporádicos, pero al sumarlos, representan una parte importante del ingreso familiar”, explica el experto.
Entre los costos ocultos más comunes se encuentran:
- Toallitas húmedas: Aunque parecen económicas (entre Q10 y Q35 por paquete), su consumo mensual puede elevar el gasto. Se recomienda comprarlas al por mayor para ahorrar.
- Consultas médicas: Las visitas frecuentes al pediatra, vacunas y medicamentos pueden salirse del presupuesto. Contratar un seguro médico o acudir al IGSS o centros de salud públicos puede ser una opción más accesible.
- Servicios básicos: El consumo de agua y electricidad suele aumentar hasta un 20 % con la llegada del bebé. Para reducir costos, se puede lavar ropa en horarios de tarifa reducida y optar por secado al aire libre.
Preparar las papillas en casa también representa un ahorro considerable. Utilizar frutas y verduras de temporada puede generar economías de hasta Q300 mensuales.
Un presupuesto bien hecho, la clave del equilibrio
Para esta nueva etapa, los expertos recomiendan que el presupuesto familiar se divida de forma estratégica: 50 % para necesidades básicas (como pañales, leche, alimentos, vivienda y servicios), 15 % para el cuidado del bebé y 20 % para ahorro de emergencias. Además, es ideal reservar Q1,000 al mes para imprevistos.
A mediano y largo plazo, aprovechar productos financieros diseñados para menores, como cuentas de ahorro infantiles, puede generar una base sólida. No se trata de recortar en todo, sino de planificar de forma consciente para que la paternidad sea tan emocionante como sostenible.