Muchas personas que se inician en el entrenamiento de fuerza notan cambios visibles en pocas semanas. Sin embargo, con el tiempo es común que el progreso se estanque. ¿Por qué ocurre esto y cómo se puede seguir ganando masa muscular? Álvaro Puche, experto en fisiología del ejercicio, ofrece algunas respuestas clave.
Según Puche, el crecimiento muscular se produce cuando se somete al músculo a una tensión mecánica mayor que la que ya ha superado. Es decir, para seguir progresando, el entrenamiento debe desafiar constantemente al cuerpo. Si una persona entrena siempre igual, llegará a un punto en el que los resultados se detienen.
Uno de los errores más comunes es el entrenamiento híbrido: combinar ejercicios de fuerza con actividades como correr, montar bicicleta o clases de spinning. Aunque es saludable, este enfoque no está optimizado para aumentar músculo.
Otro obstáculo frecuente es lo que Puche llama “entrenamiento caótico”, donde las rutinas cambian constantemente según qué máquinas están disponibles en el gimnasio. Esto impide seguir una estructura efectiva para trabajar todos los grupos musculares de forma equilibrada.
Para lograr mejores resultados, Puche recomienda usar técnicas como series ascendentes y superseries, que aumentan la intensidad y mantienen al músculo en constante esfuerzo. Además, sugiere seguir un programa de entrenamiento bien estructurado por zonas musculares, con una frecuencia de 3 a 5 días por semana, combinando ejercicios de empuje y tirón.
El ejercicio por sí solo no es suficiente. Una nutrición adecuada con suficiente proteína, carbohidratos y un buen plan de hidratación es fundamental para el desarrollo muscular. También lo es el descanso y el manejo del estrés, dos pilares que muchas veces se pasan por alto.
En resumen, para ganar músculo de forma constante, no solo importa el tiempo, sino cómo se entrena, qué se come y cómo se descansa. Con disciplina, variedad y estrategia, los resultados llegarán.