Aunque en países como España la comida principal suele tomarse entre las 2 y las 3 de la tarde, la cronobiología —la ciencia que estudia los ritmos del cuerpo— sugiere que un almuerzo más temprano puede ser más beneficioso para la salud.
De acuerdo con Vicente Clemente, profesor de nutrición en la Universidad Europea, la franja horaria ideal para comer va desde las 12:00 hasta las 14:00 horas. ¿La razón? En ese periodo las clock proteins, proteínas que regulan el reloj biológico del cuerpo, sincronizan mejor los procesos metabólicos con la luz solar. Esto favorece funciones clave como la digestión, el metabolismo de la glucosa y la sensibilidad a la insulina.
Retrasar la comida podría perjudicar el metabolismo
Clemente advierte que comer fuera de sincronía con estos ritmos —por ejemplo, después de las 3 o en la noche— se ha relacionado con un mayor riesgo de inflamación, obesidad y enfermedades metabólicas. “Respetar los picos de actividad de las clock proteins permite al cuerpo procesar los alimentos de forma más eficiente”, señala.
Además, comer tarde puede favorecer el almacenamiento de grasa, reducir el rendimiento mental y provocar mayor somnolencia después de la comida debido a una menor eficiencia metabólica.
Más allá del reloj: ¿qué otros factores influyen?
El momento ideal para comer también depende de otros elementos, como:
- La hora en que te despiertas.
- Tu nivel de actividad física diaria.
- La regularidad de tus horarios.
- Las verdaderas señales de hambre.
Asimismo, los expertos recomiendan evitar comidas copiosas muy cerca de la cena, ya que pueden alterar tanto el sueño como el metabolismo nocturno.
Impacto en la energía y el peso corporal
Según Clemente, comer entre las 12:00 y las 14:00 ayuda a mantener niveles estables de glucosa en sangre, evitando subidas y bajones que afectan la energía y la concentración. A largo plazo, también se asocia con un mejor control del apetito y una mayor pérdida de grasa corporal.
“Estudios muestran que quienes comen más tarde suelen ingerir más calorías en total y acumular más grasa abdominal, incluso si siguen dietas similares”, añade.
Cómo organizar las comidas de forma saludable
El especialista recomienda seguir estos hábitos para aprovechar mejor el reloj interno del cuerpo:
- Comer a horarios fijos cada 4 o 5 horas.
- Hacer las comidas principales durante las horas de luz solar.
- Preparar menús semanales equilibrados con productos frescos.
- Evitar saltarse comidas.
- Coordinar el ejercicio y el descanso para que no interfieran con las comidas.
En resumen, comer más temprano no solo ayuda a digerir mejor, sino que también puede ser clave para mantener un peso saludable y tener más energía durante el día.