El cáncer de vejiga representa cerca del 8% de los diagnósticos oncológicos anuales en España, con aproximadamente 22.000 nuevos casos estimados para 2025, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Vejiga, celebrado el 5 de abril, especialistas hacen un llamado a prestar atención a los síntomas más evidentes, como la sangre en la orina, para facilitar un diagnóstico temprano y aumentar las posibilidades de tratamiento exitoso.
Este tipo de cáncer afecta principalmente a hombres y se origina cuando las células de la vejiga comienzan a multiplicarse de manera anormal. El tabaquismo es el principal factor de riesgo, responsable de alrededor del 50% de los casos. “El tabaco no solo daña los pulmones; las sustancias cancerígenas que contiene también se eliminan a través de la orina, afectando directamente las paredes de la vejiga”, explica el oncólogo Juan Francisco Rodríguez Moreno, miembro de la SEOM.
Además del tabaco, existen otros factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar este tipo de tumor, entre ellos:
- Infección por el virus del papiloma humano (VPH), relacionada con hasta un 17% de los casos.
- Exposición a sustancias químicas industriales como tintes, gomas y metales pesados.
- Uso prolongado de ciertos medicamentos, como la ciclofosfamida.
- Infecciones parasitarias poco comunes en Europa, como la esquistosomiasis.
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?
El cáncer de vejiga suele manifestarse con señales claras y visibles, lo que facilita su detección en fases tempranas. El síntoma más característico es la presencia de sangre en la orina (hematuria), generalmente sin dolor. “Aunque este síntoma también puede deberse a infecciones o cálculos renales, nunca debe ignorarse”, señala Rodríguez Moreno.
Otros signos que deben tenerse en cuenta incluyen:
- Aumento en la frecuencia de la micción.
- Sensación de escozor o dolor al orinar.
- Ganas de volver al baño justo después de haber orinado.
- Dificultad para vaciar completamente la vejiga.
El presidente de la Asociación Española de Urología (AEU), José Luis Álvarez-Ossorio, subraya la importancia del diagnóstico precoz: “Cuando el cáncer se detecta en fases iniciales, la tasa de supervivencia a cinco años supera el 90%. Sin embargo, si se diagnostica en etapas avanzadas, esta se reduce drásticamente al 20%”.
¿Existen pruebas preventivas?
Actualmente, no se recomienda un cribado general para el cáncer de vejiga en personas sanas, ya que no se ha demostrado que mejore la supervivencia en la población general. Sin embargo, se pueden realizar estudios en pacientes con riesgo elevado, como aquellos que ya han tenido este tipo de tumor, personas con defectos congénitos en la vejiga o quienes han estado expuestos a productos químicos industriales.
Las pruebas más comunes para el diagnóstico incluyen:
- Análisis de orina, que puede detectar sangre u otras anomalías.
- Citología urinaria, una prueba más específica para identificar células cancerosas en la orina.
Detectar el cáncer de vejiga a tiempo puede marcar la diferencia. Si notas cualquier signo de alerta, no lo dejes pasar: consulta a un profesional de salud.