Y tienen que ver con el fútbol, Donald Trump y su preocupación por ser una buena madre.
La portada de la edición italiana de Vogue se realizó en el nuevo hogar portugués de Madonna. La cantante además ha revelado en el reportaje los motivos que le llevaron a mudarse con su familia a este país. Uno de ellos está directamente relacionado con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
“Creí que necesitábamos un cambio y quería estar lejos de América durante una temporada. Como ya sabréis, el país no está atravesando su mejor momento”, declaró. “No es que marcharme suponga ninguna diferencia ni sea nuevo para mí. Ya viví en Londres durante diez años. Me gusta plantearme retos y asumir riesgos”.
Uno de los motivos fundamentales para la mudanza fue el interés de David, su hijo de 12 años, por el mundo del fútbol. Según la propia Madonna, el niño tiene desde hace mucho tiempo el sueño de convertirse en jugador profesional.
“He hecho todo lo que he podido por inscribirle en las mejores academias para que se formara con los mejores entrenadores, pero el nivel del fútbol en Norteamérica es muy inferior al del resto del mundo, declaró. “Comprendí lo frustrante que era para él y me pareció que era el momento de hacerlo”.
En el reportaje también ha revelado que además de Lisboa, dudó entre otras dos ciudades con importantes canteras futbolísticas: Turín y Barcelona. Finalmente se decidió por la capital portuguesa porque “era la mejor opción en todos los aspectos”. David milita actualmente en las categorías inferiores del Benfica, junto con el Oporto el equipo más laureado del balompié portugués.
En la mansión lisboeta que aparece fotografiada en la edición italiana de Vogue viven además de la cantante y su hijo David Banda, su hija Mercy James (12 años) y las gemelas Stella y Esther (5).
“Mucha gente me dice que se nota que quiero que mi hijo se convierta en un futbolista de éxito, que mi hija mayor Lourdes sea bailarina y Rocco pintor. Yo siempre les contesto que no, que lo único que deseo es que sean seres humanos cariñosos, compasivos y responsables”.
Fuente: revistavanityfair.es