Parece que la expareja por fin ha enterrado el hacha de guerra en pos de que mejore la relación del actor con sus hijos
Desde que después de 12 años de relación Angelina Jolie y Brad Pitt anunciaran su divorcio hace ahora dos años, los actores no han dejado de protagonizar noticias alrededor de su vida privada. Posibles reconciliaciones alternadas con peleas, los problemas de adicciones del actor, la lucha por la custodia de los niños… La lista es eterna, pero un nuevo giro de los acontecimientos ha venido a acrecentarla un poco más si cabe.
Según ha publicado Entertainment Tonight la antigua pareja parece haber llegado a una tregua. El medio norteamericano anuncia que los actores han tenido un primer encuentro en casa de ella. “Es la primera vez que se han juntado de verdad para hacer que las cosas funcionen desde que empezaron la terapia en grupo con los niños. El encuentro entre Brad y Angie fue un éxito. Van a llevar a cabo el plan pactado a través de los tribunales”.
Tal y como lo cuentan en Entertainment Tonight, ha sido Angelina la que finalmente ha dado su brazo a torcer: “Angelina decidió que ya era momento de hacer que las cosas funcionaran y Brad se ha mostrado muy aliviado y muy dispuesto a escuchar su oferta”. Parece que “Brad ha estado dedicado a mantener la paz durante todo el proceso y ahora por fin da la impresión de que están en un punto en el que pueden crear una situación más calmada para los niños”.
El pasado junio, según medios norteamericanos que tuvieron acceso a información judicial, el juez que lleva el divorcio de Angelina y Brad intervino para señalar que la actriz podría perder la custodia de sus hijos si no hacía algo por mejorar la relación con el padre de los seis. El juez favoreció que Brad tuviera acceso telefónico a sus hijos, sin la supervisión de Angelina, lo que da a entender que anteriormente ella habría podido estar controlando la comunicación entre su ex y los niños.
Ahora parece que Angelina ha tomado buena nota de las palabras del juez y está contribuyendo a que los niños tengan una relación más fluida con su padre. Todos menos Maddox, su hijo mayor, al que no le afectan las prerrogativas del juez ya que por tener 16 años ya puede decidir por sí mismo cuánto tiempo pasará con su padre.